Dedicarse a la botánica y al cuidado de las plantas como una de las pasiones para distenderse y darle un toque diferente a nuestro hogar es una tendencia que se impone.
Sin embargo, son varios los detalles que pocos conocen y no saben qué hacer al ver que los organismos vivos que decoran tanto el jardín como algunos sectores del interior de la casa presentan síntomas de alerta.
Uno de los casos más comunes es cuando las hojas de las plantas toman un tono amarillento, una característica que podría ser la causa de múltiples factores.
Pero no te preocupes que aquí te contamos cuál es el motivo por el que algunas hojas de las plantas de interior se ponen amarillas. De acuerdo al portal web El Diario, el síntoma principal se conoce como un estado de clorosis.
Esto significa que muchas veces las plantas están atravesando un proceso natural de cambiado de sus hojas por lo que no tendrías que tomarlo como una alerta negativa.
En cuanto a la otra razón por la que sí deberías tomar cartas en el asunto es cuando las hojas amarillentas de las plantas de interior se prolongan, ya que es un posible síntoma de falta de nutrientes o de un exceso de agua. ¿Cómo solucionarlo?
Normalmente, se trata de un déficit de hierro o de una carencia de manganeso o magnesio y para acabar con esta problemática, puedes acudir al quelato de hierro en cualquiera de sus 2 alternativas: como abono foliar o directamente a la tierra de su maceta.
Recordemos que a este producto que terminará con la apariencia amarilla de las hojas de tus plantas también lo puedes encontrar con el nombre de reverdeciente anticlorosis porque corrige el pH del suelo de tu maceta y facilita que las raíces vuelvan a absorber el hierro, recuperar la vitalidad y el color verde que las caracteriza.