Sin importar si se trata de un evento más de tipo formal o informal, o para acudir al trabajo o a clases (si es que no requieres del uso de un uniforme en ninguno de estos establecimientos), sabemos muy bien que una prenda que rara vez falla es la chaqueta de cuero.
Con jeans, pantalones anchos, deportivos, vestidos, faldas, y cualquier otro tipo de vestimenta y calzado, puedes combinar tu chaqueta de cuero, sin importar si esta contiene flecos, tachas u otro detalle similar en ella.
Sin embargo, si quieres lucir esta prenda de manera impecable en todo momento y lugar, debes tener en cuenta determinados procesos de limpieza no muy difíciles de aplicar, pero que harán la diferencia.
Antes de proceder con la limpieza de tu chaqueta de cuero, es clave detectar el material con el que esta está hecha, para garantizar que el proceso a aplicar sea el adecuado. Existen una gran variedad de opciones, entre las cuales las más comunes suelen ser el cuero de origen animal o el cuero sintético.
Lo primero que debes hacer es limpiar el forro de tu abrigo, es decir, esa tela interna que suele estar en contacto con otras y, claro está, con el propio cuerpo, por lo que fácilmente puede adquirir mal olor producto del sudor.
Para limpiar toda la superficie interna, lo recomendable es utilizar un paño o cepillo de cerdas suaves, para lavar ropa delicada, bicarbonato de sodio y vinagre, pero sin humedecerla más de la cuenta.
Para el cuero, aplica una mezcla con más agua que jabón y con ayuda de una esponja suave, sin mojarla demasiado. Luego, utiliza una toalla húmeda para remover residuos y restos de jabón, y posteriormente sécala con una toalla. Finalmente, deberás secar tu chaqueta de cuero en un sitio fresco, pero evitando su directa exposición al sol.