Con el paso del tiempo, los dolores articulares y la pérdida de masa muscular pueden convertirse en desafíos comunes. Sin embargo, mantenerse activo es una de las mejores estrategias. Para las personas mayores, especialmente a partir de los 60 años, una rutina de ejercicios enfocada en los brazos puede marcar una gran diferencia.
Incorporar movimientos dirigidos no solo combate la pérdida muscular, sino que también mejora la apariencia y funcionalidad de los brazos. Hay una rutina de ejercicios sencilla, ideal para practicar en casa y mantener los brazos fuertes y tonificados.
El fondo de tríceps en silla es ideal para trabajar directamente la parte posterior de los brazos, una de las áreas más propensas a la flacidez. Siéntate en el borde de una silla resistente, con las manos apoyadas a ambos lados.
Desliza los glúteos hacia adelante hasta que queden fuera del asiento, manteniendo las piernas dobladas y los pies firmes en el suelo. Flexiona los codos hacia atrás, bajando lentamente el cuerpo hacia el suelo sin tocarlo. Luego, extiende los brazos para regresar a la posición inicial.
Si las flexiones tradicionales son demasiado exigentes, las flexiones contra la pared son perfectas para fortalecer brazos, hombros y pecho sin ejercer presión excesiva en las articulaciones.
Colócate frente a una pared con los pies separados a la altura de las caderas y a una distancia aproximada de un brazo. Apoya las palmas en la pared a la altura de los hombros, manteniendo los brazos rectos. Flexiona los codos para acercar el pecho a la pared mientras mantienes el cuerpo alineado. Luego, empuja para regresar a la posición inicial.
Las elevaciones laterales ayudan a fortalecer los hombros y a mejorar la apariencia de los brazos. Este ejercicio puede realizarse con o sin peso, utilizando botellas de agua como una opción accesible.
Relaja los brazos a los lados del cuerpo, ya sea sentado o de pie. Levanta ambos brazos hacia los costados hasta que alcancen la altura de los hombros, formando una “T” con el cuerpo. Baja los brazos lentamente hasta la posición inicial.
Realizar estos ejercicios de manera regular contribuye a mejorar la fuerza muscular, combatir la flacidez y mantener una apariencia saludable. Además, el movimiento ayuda a preservar la funcionalidad articular.