El pastel de manzana es un clásico que siempre triunfa, ya sea como postre o acompañamiento en la merienda. Con esta receta sencilla, no solo ahorrarás tiempo, sino que también conquistarás a todos con su sabor y textura. Lo mejor de todo es que necesitarás pocos utensilios y podrás usar una licuadora para facilitar el proceso.
Para que el pastel de manzana te salga perfecto, puedes elegir entre manzanas verdes si buscas un toque ácido, o rojas para un dulzor más pronunciado. Ambas opciones garantizan una receta equilibrada y sabrosa.
Si persigues un resultado húmedo, agrega dos cucharadas de yogur o leche a la mezcla. Si prefieres un toque crujiente, espolvorea nueces o almendras fileteadas antes de hornear. Esto crea una costra deliciosa que contrasta con el interior suave.
También debes contemplar que cuando incorpores la harina, evita mezclar en exceso. Si usas la licuadora, limita las pulsaciones para no activar el gluten, lo que podría afectar la textura final.
Receta de pastel de manzanas
Ingredientes
- 3 manzanas (rojas o verdes, según tu preferencia)
- 3 huevos
- 1 taza de aceite neutro (como girasol)
- 2 tazas de azúcar (puedes optar por azúcar morena para mayor humedad)
- 2 tazas de harina leudante
- 1 pizca de canela (opcional pero muy recomendable)
- Azúcar y canela extra para decorar (opcional)
Preparación
Lava, pela y corta las manzanas en cubitos pequeños. Reserva las cáscaras para usarlas en la mezcla y rocíalas con unas gotas de limón para evitar que se oxiden.
En la licuadora, coloca las cáscaras, huevos, aceite y azúcar. Procesa por 2-3 minutos hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla en un bowl grande. Añade los cubitos de manzana y mezcla suavemente. Luego, tamiza la harina directamente sobre la preparación e incorpora con movimientos envolventes. Agrega la pizca de canela para un toque aromático.
Engrasa un molde de 26 cm con mantequilla o aceite. Vierte la mezcla, nivela la superficie y espolvorea una mezcla de azúcar y canela para realzar el sabor.
Lleva al horno precalentado a 180°C durante 40-45 minutos. El pastel estará listo cuando al insertar un palillo, este salga limpio.
Deja reposar el pastel en el molde por 10 minutos antes de desmoldarlo. Si lo deseas, decora con azúcar impalpable o una pizca extra de canela para intensificar el aroma.