Ironías de la vida, la naturaleza es la mayor fuente de inspiración de los jardines actuales. Aunque parezca una obviedad, no estaba tan claro en el pasado, cuando se perseguían resultados más perfectos, por ende, más artificiales. También conocidos como naturalistas, esta tendencia en decoración ha conquistado corazones y patios. ¿Qué los hace tan especiales? Aquí te lo contamos:
- La belleza de la simplicidad
En estos vergeles, hacemos menos y disfrutamos más. No se trata de perfección y decoración o estética, sino de armonía. Los jardines naturalistas respetan y preservan la flora local, creando espacios donde la naturaleza es libre y la biodiversidad abunda. Es como si la naturaleza misma tomara las riendas del diseño.
- Inspiración en la naturaleza
Los paisajistas se inspiran en la naturaleza para crear estos lugares. Utilizan plantas autóctonas o adaptadas al clima local evitando especies invasoras. La integración con el entorno es clave: queremos que las matas se mimeticen con él, que se fundan en el paisaje como si siempre hubieran estado allí.
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- Diseño y construcción
Aunque parezcan espontáneos, los jardines silvestres no lo son. Su diseño y construcción exigen buenas ideas y manos expertas. Álex Fenollar, paisajista, encontró sus raíces en el huerto y el jardín familiar. Fernando Martos, rendido a los paisajes ingleses, nos recuerda que la belleza natural no es casualidad, sino un arte cuidadosamente cultivado.
- El regreso a la naturaleza
Visitar un jardín naturalista es como perderse en un bosque encantado. El alma nos pide volver y así estos espacios se convierten en refugios verdes que nos conectan con lo esencial.
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