Es recomendable que dentro de una rutina de pilates se incluyan ejercicios con pesas, y más cuando se ha alcanzado los 50 años de edad. Esta decisión potencia las bondades que ya ofrece esta práctica, como lo son fortalecer el core y mejorar la flexibilidad.
Según varios expertos y especialistas en el tema, en el momento en que se incorporan pesas a la práctica de pilates, hay un aumento en la tonificación muscular. Además, este tipo de entrenamiento deportivo resulta aconsejable para aquellas personas que buscan entrenar de manera más intensa, pero que no quieren cambiar de manera drástica la rutina que ya traían.
Si además se toma en cuenta el factor edad, la incorporación de las pesas en los ejercicios de pilates se vuelve todavía más necesaria, porque es a partir de esta edad cuando se comienza con la pérdida de la masa muscular. Por consiguiente, es vital enfocarse en que esta aumente y no solo en poner en práctica algún entrenamiento que lleve a la baja de peso.
En caso de animarse a este tipo de rutina de ejercicios, es importante tomar en cuenta algunos aspectos. Y es que las pesas deben ser ligeras, es decir, entre 1 o 2 kg, porque la idea es evitar lesiones. Por otro lado, es importante considerar que estos instrumentos deportivos solamente van a complementar el entrenamiento ya establecido y no pasarán a ser el foco principal del mismo.
En caso de solo optar por la baja constante de peso y desestimar la tonificación muscular, las consecuencias a largo plazo podrían representar un metabolismo más lento y, en consecuencia, una dificultad para mantener el peso con el paso del tiempo. Además, en cuanto a la apariencia física, la piel se va a volver más flácida y menos firme.
Por otro lado, desestimar este tipo de actividad física con pesas hará que exista un mayor riesgo de lesiones, porque es el aumento en la masa muscular o los músculos tonificados los que garantizan una mayor estabilidad en las articulaciones y una mayor protección contra las lesiones.